Andra

Calle adentro...

Calle adentro

donde se insertan sentidos

cual colgajos antiguos

de nuestros esmeros.

Nacieron en decadencia,

mecidos en la nada insomne

del  silencio que corría

allí perdido…

 

Calle adentro

fueron mis ojos enrojecidos

los que me enseñaron

la nueva lección,

pues sin cerrar los parpados

con ventanales abiertos al mundo,

ellos; se cansaron de hastío

se vieron… desnudos.

Se enfermaron de lágrimas

secas: sin riego de tierras…

y rostros desnudos…

 

Por que por ti

morí una tarde del año,

y aprendí el abecedario

de una partida

de lejanía y desamor…

Por que por ti…

corrí tras una suerte inhóspita

que no existe, pero es tan vívida

labrada solo con mis manos y mis versos

convirtiéndose en sí

mi propio destierro…

 

Tú; fuiste cuchillo de doble filo  

que se clavo en entrada y salida

dejando a mi alma

en mudez completa de desilusión…

 

Calle adentro

aprendí que nunca fuiste…

Comprendí

que debía dejarte en el camino

viviendo allí; tus propias fantasías

y yo… vivo mis realidades

para ¡ya! no volver a ti…