Jose Arcadio Libertad

FREDO (Relato breve)

         FREDO.

 

Vivía en lo alto de una casona Victoriana. Con su pelaje grisáceo y sus ojos ámbar parecía un cromo desteñido. No tenía amo, ni rutina…su día era estar echado en un rincón desde el primer sol hasta el último rascando su cuerpo sin lavar y atrapando de vez en cuando algún ratón, murciélago o pájaro aventurero que se atreviera a profanar su  santuario.

     Había quien le depositaba comida abriendo y cerrando rápidamente la puerta del ático intentando evadir el olor a amoniaco y estiércol de la estancia. Se llamaba Fredo y el día que murió, a sus padres se les vio sonreír descansados por primera vez en mucho tiempo. No hubo velorio…y el sepelio fue de los más rápidos que se recuerden.