joaquin Méndez

CUANDO NUESTRAS BOCAS SE BUSCARON

CUANDO NUESTRAS BOCAS SE BUSCARON

 

Caía la lluvia silenciosa,  rebotan las gotas en los cristales

Mientras mi pensamiento volaba a tu encuentro

de aquella tarde   gris, yo  presentía que tú no vendrías

Y la tristeza se iba apoderando de mi alma cruel mente.

 

Pasaron la hora, la noche se avecinaba oscura muy oscura

Yo seguía tras la ventana deseoso de verte llegar,

Te imaginé tan hermosa, tan bella y elegante como tú eres

Con tu bello cuerpo de sirena,  con tu contoneo, con tu gracia.

 

Cerré los ojos y te vi, te vi delante de mí,  como una diosa

Como una novia cuando se postra delante del altar

Me estremecí ante tanta hermosura,

¡Dios que mujer!

Se me iluminaron los ojos con tu resplandor

¡Que linda eres!

 

Me acerque a ti,  lentamente, para poder recrearme,

Para vivir aquel momento intensamente

para grabarlo en mi retina ya para siempre

que nunca se borrara ya de mi recuerdo.

 

Te estreche entre mis brazos con ansia desbocada

Con locura casi salvaje, al sentir tus pecho clavarse en mi

Solté una exclamación de emoción, no pude contenerme

Aquello era el paraíso en la tierra, era otro cielo.

 

Cuando nuestras  bocas se buscaron  hambrientas

Chocaron nuestros besos y me inundo tu aroma, tu esencia,

Tu miel se ha erío a mis labios  impregnando mi vida de sueños rotos,

como roto queda mi corazón  de no tenerte.

 

Es para ti Ana

 

Autor: Joaquín Méndez G.

Reservados los derechos.

16/07/2013 10:30:38