- Qué sentiste cuando la besaste?
- Todo. Mi despedida del infierno, mi bienvenida al cielo.
El sol brillando, el calor en mi cuerpo.
Su aroma a mujer, su cuerpo entre mis brazos.
Sus ojos cerrados, sentimientos olvidados.
El infinito, la vida en un instante.
Una primavera a pleno, un verano esperando despertarse.
Su aliento, la respiración que se me iba.
El temblor indeseado, el olvido del ayer.
Lo que me decía, mil cosas en un segundo, pero solo una entendía: Te quiero, te necesito, acércate.
Su pelo como que caía, se reía despacito por detrás de su espalda.
Y sentí...
El vacío llenándose, lagrimas escurriéndose para volver a salir.
Los sueños nítidos como la realidad. La realidad en un ensueño.
Mis ojos cerrándose para ver más. Más cerca, más te siento.
Sus labios contra los míos. No todo está perdido, sentí, para siempre no te has ido.
Y entonces, de a poquito y sin saberlo, fue aclarándose el día claro, dejando entrar la luz por las ventanas que olvidé cerrar.
Su calor fue volviéndose el de uno, el mio. Pelearon mis ojos por permanecer cerrados, para siempre. Se me cerraron las manos y seguían temblando.
Y la luz penetró por entre medio de mis parpados. Sentí la boca seca y la realidad.
Al fin y al cabo los sueños no son verdad...