Jose Luis Santiago

EN OTRO ESTADO

 

Todo es tratado

y cada cosa, en su estado

y yo a veces me pongo

a la oreja un bombo

y me quedo preñado

por un chulo loado

que suelta blasfemias

del color de la anemia

a cuernos y colas

que van a su bola

quemando los sesos

con cerdos revueltos

y con lagartos

fingiendo mil partos

y haciendo juramentos

de cemento ceniciento

y llenos de te lo juro

que como dice mi madre

si, por la pata de un burro

 

Pedrisco de eminencias

saquen sus sacras ciencias

sus tormentos inquisitoriales

que son mejores que sus recitales

aquellos almas redimían

y estos con la tontería

te montan

y te empotran

contra un muro

y contra un oscuro

cetro

repleto

de mamadas

a la bestia amada

que quemo mis ojos

con sus falsos rojos

y con su falsa lira

me dio espigas

de la cizaña

que se come a la araña

y deja las telas

de un frio que pela

y enciende las lumbres

de las malas costumbres

de peros y pegas

que de todo recelan

que sus sagradas estancias

están con sus pulcras gracias

 

y no con las divinas

las de las gallinas

que ponen los huevos

clamando al cielo

y clamando tan quemadas

que si fueran pasto del fuego

no quedarían abrasadas

se abrasaron ya en este infierno