davies cubas

poema al maestro

¡Quitaos el sombrero ciudadano!

el maestro de escuela se delanta...

ese obrero admirable, en cuyas manos... 

la antorcha de la ciencia se levanta...

No le inquieta el cansancio ni le abruma,

sufrido apostol de la edad moderna,

no teme que su vida se consuma,

en aras de la ciencia, que es eterna...


Sabio ignorado, qie hacia el bien convida,

que procura encender en cada frente, 

una luz, que ilumine de la vida,

la senda oscura de aspera pendiente...


El lucha por la luz como un vidente...

sirve a la patria, cuando la educa;

¿y que es la escuela?... potencia ingente,

que nunca, que jamas caduca...

¡Respetable! es su vida de dolores,

¡Amadle! que es su vida de enseñanza...

Haced que broten en su senda flores,

haced que brille en su alma, la esperanza...


¡Salve maestro! obrero sin segundo,

constructor del espíritud del hombre,

para tu afan, la admiración del mundo...

inmenso amor para tu santo nombre...