Criss Marino

El amor

Al metal de tu rosa con la puerta lacrada

luna que decrece con el ardor de tus mimos

y el delirio del sol que se aplaca un solo instante,

y la noche escucha el pulso lento del amor.

 

Cristalina esfera que siempre somete mi aura,

intrépida magnolia delirando en la piel,

inventando los pesares que nunca terminan;

prisionera elegante y su toga de dolor.

Intuimos que nos hace falta;

infinitos besos,

y verdecer aquellos campos

del alma inquieta,

que los segundos se hacen

estrellas que navegan

fugaces cosmos

que siempre quieren estallar.

 

Con su mano abierta

a conquistar otros silencios

con aquellos

que nunca se puedan conquistar