vereluna

Ese vacío ¡tan grande!

 

Ese vacío ¡tan grande!

que no se llena con nada,

es un vacío que sale

de lo profundo del alma.

 

Pues cada vez que amanece

lo que  nos  llega a la mente ,

es el hijo que ha partido;

ya  no se encuentra  presente.

 

Pero tienes que seguir

adelante, con firmeza,

porque el hijo ha marchado

y te invade la tristeza,

 

que con el tiempo se calma,

pero jamás se te aleja;

pues no se puede olvidar.

siempre  llevas esa queja;

 

angustia, desolación;

quisieras  verlo, besarlo,

ver su rostro,  su sonrisa,

y abrazarlo con amor.

 

Así la vida nos pone

pruebas en nuestro sendero;

y si fuertes nos ponemos,

las podremos soportar.

 

Pero que no quepa duda

que olvidarse no se puede

porque su recuerdo vive

hasta el día en que una muere.

 

Vero

03.06.13