Rossemary C

A MI HERMANO

 Un niño apenas que crecía, 

Zambullido en azares de la vida

Un joven impetuoso que  buscaba

Avanzar  por los  caminos  de la vida,

Así,  era mi hermano,  el flaco lo llamaba

Día tras día, Y  el flaco se quedo

Para la vida.

 Sabía que era como un tronco  fuerte,

 Al que podría  aferrarme   si quería.

Un muchacho inteligente,

 Vivo audaz  y hasta algo loco

Se   veía su estirpe  en lo que hacía.

El siempre se mostraba algo distante,

Como si fuera un naufrago en otra  orilla,

Un joven que sus sueños  escondía,

Era difícil entenderlo, me costaba  saber lo que sentía

Pero era mi hermano qué carajo! Y como le quería!....

Le quería cuando  VEÌA  su dolor tras un garrote

Le quería cuando la crueldad del mundo le tocaba

Lo amaba cuando estábamos jugando

Lo amaba cuando  a gritos me alejaba

 Yo era   como un chicle pegado a su camisa,

Una niña mimada que lloraba, si no le permitía

Jugar  como él lo hacía.

No era fácil, ser el hermano grande

Y llevar   el mundo a sus espaldas,

Ser ejemplo a seguir para su hermana

Y corregirla con amor con las palabras.

El me enseño que el mundo no era fácil,

Que en  él se tiene que luchar,  con entereza,

Que si quieres conseguir un buen trabajo,

Es mucha  más la lucha que la ciencia.

Que si  el sueño te vence  y tú lo dejas,

Se volverán lejanas tus quimeras y

No veras muy cerca el horizonte,

Donde  estará  reflejada tu grandeza

Así es  el flaco de mi vida.

Mi amigo de locuras compartidas,

Un quijote sin tiempos, sin espacios

Un  sin fin de historias compartidas,

Ahora que te veo con los años,

 Me parece  nos hace falta vida,

Para dar gracias  porque eres

El mejor regalo  de la vida