benchy43

GENERALMENTE EL INVIERNO…

 

 

Generalmente el invierno  sigue con su costumbre,

tan vieja, tan reconocida,

de cubrirnos los días con su manto de frío,

con su manto impasible de agrisada nostalgia.

 

Y se apagan los atardeceres si llueve parsimoniosamente,

como si el tiempo se parase en la vereda amarilla

o  se quedase plantado en el asfalto lustroso.

 

Entonces la tarde se me hace un recuerdo, uno solo,

que camina en silencio por las huellas de un nombre.

Y llueve y hay niebla. Y los pájaros duermen sumergidos en plumas,

sin vuelos y sin trinos, con el grisáceo horizonte guardado en sus pupilas.

Y no hay gente en la calle. Sólo mis pasos que hablan en voz baja.

Y la nombran.

 

Y se encienden al unísono las luces de color naranja

como queriendo hacer una noche distinta,

pero rebotan y viven en temblorosos charcos.

(Yo  las guardo despacio para que no perciban

que estarán alumbrando esta simple poesía)

 

Es cierto que la brisa me acaricia la frente con los labios de ella

y me llena vacíos su perfecta tibieza, conmigo va mi sueño ataviado de invierno,

con las alas mojadas  y orladas de escarchilla.

 

Ya no son tristes estos atardeceres, ni el caer de la noche, ni la niebla

ni el frío. Se me hace que renazco cuando escucho su voz  y es su voz que me besa

y se escapa entre sombras y yo me quedo solo mirando su sonrisa,

la que también se escapa, dejando entre mis dedos una extraña alegría

y el aroma a jazmines que engalana  su cuerpo .

 

Mi mundo se transforma en otro mundo  cuando pasa que pasa

y me deja su mundo liberado de nudos y al desnudo, así en mis manos,

y comienzo a morderlo y a hacerlo mío , tan dulce como un durazno,

como un beso reflejado en el Danubio.

 

Generalmente el invierno sigue con su costumbre,

tan vieja, tan reconocida,

de llenarnos los ojos con lágrimas prestadas

que le fueran robadas a las rosas marchitas.

 

 

Derechos reservados por Ruben Maldonado.