mario mena mena

Borde de la duda

Hay momentos que uno se acerca al borde de la duda

como cuando un ser amado agoniza

y se pregunta ¿de dónde vengo?

¿qué pasará un segundo después del último?

Toma la piedrecita de la interrogante y la lanza

en ese hueco sin fondo y sin fronteras

espera y no regresa algún sonido de respuesta

Sólo Silencio y nada nos devuelve la Nada.

¿Qué más podría?

 

Ella, tonta y muda, abre su inmensa boca

se abre oscura, sin palabras, sin razones ni salida.

De su tiniebla espesa salen gemidos y flotan, muertos

quienes cayeron borde adentro en su discurso.

 

Conforme el tiempo pasa urge asirse de un motivo

una razón para este paso, estas luchas y este valle

no es excusa entretenerse en esta gran máquina de hacer pan

en esta labor de vuelta y vuelta haciendo ropas y casas

No puede ser que simplemente todo se acabe

que los viejos se nos vayan, como hoy el que agoniza

y nos hereden el puesto en la fila de los siguen en el viaje.

 

Sin Ti nos bordea la Nada antes y después de la vida

todo es vacío, sin palabras y sin razones para este instante

se suicida la esperanza si elijo esta oscuridad sin fondo

y no tiene sentido lo pasajero y las horas de esta vida

de esta vida que definitivamente se acaba y se gasta

si no está unida antes y después a lo Eterno

y a Aquel que al nacer lo anunció una Estrella.