ALVARO J. MARQUEZ

PROHIBIDO

Prohibido desde hoy que sin recordarme existas,

que en la intimidad de tu habitación te desvistas

sin pensar o imaginar que desde un lugar te veo.

Que hagas el amor con una pasión indetenible,

sin sentir que es realmente difícil o imposible

que ya no invada toda tu piel por mí el deseo.

 

Prohibido soñar y por ese sueño humedecerte

si no soy quien tiene esa grandísima suerte

de lograr que salgan de ti mágicos fluidos.

Que si estás eventualmente con otro hombre,

no sea únicamente al pronunciar mi nombre

que llegues a perder totalmente los sentidos.

 

Prohibido tienes quitarte o ponerte el brassier

sin recordar cuando deseoso he podido ver

el estilo con que te lo pones o te lo quitas...

Que despiertes muy ansiosa en las mañanas,

sin recordar en tus adentros que mis ganas

son a esas mismas horas por ti infinitas.

 

Prohibido que un día desnuda del baño salgas

y te veas en el espejo tu espalda, tus nalgas

y no estremecerte como cuando te las toco.

Que algún día de pronto me recuerdes menos,

que no me guste besar sin pausa tus senos,

ni sienta que es algo que puede volverme loco.

 

Prohibido que olvides que somos amantes,

que mejor que yo no te han tocado antes

y que es un pacto de pasión nuestro nexo.

Que soy quien llena tus sueños de color,

que conmigo has hecho siempre el amor

y nunca te has limitado sólo a tener sexo.

 

Prohibido que si no es a mí desees entregarte,

que permitas que otro por besarte y abrazarte

borre mis olores, mis aromas en toda tu piel.

Que quieras que te alaben por tu gran belleza

y te pase un día cualquiera por la cabeza

la idea de darle a otro hombre ese papel.

 

Prohibido que en tus noches sola te toques

sin que sea sólo mi recuerdo el que evoques

y que al evocarlo de inmediato te excites.

Prohibida tu fantasía si es que sin mí ocurre,

que no haya un te amo que en mi oído susurre

y un orgasmo final que haga que lo grites.