monstruilia

esa noche...

fueron las madrugadas...
chaperonas de gemidos, de besos y caricias,
es mas presiso el recuerdo si al cerrar los ojos comienzo a tocar mi cuerpo,
descanza en mi el orgasmo aletargado
en espera de tu cuerpo tintado de violetas
fueron tus manos que ritmicamente me enseñaron a amar
y tus caderas diseñadas para mi cuerpo infantil,
mi lecho te recibia, mi sexo enloquesio, frenetico sabia tu nombre
es mas lo susurro...
tus dedos discretos tocaron cada parte de mi ser
agitando mi mirada dando paso a mi forma diabolizada
los querubines espiaron por debajo de la puerta
pero celosos no se atrvieron nunca a interrupir nuestros encuentros
la luna envidiosa menguaba para no alumbrarnos,
y apresurava su paso para esconderce a sollozar
al terminar nuestros cuerpos destilaban los olores
casablanca, nardo y un poco de canela
la suvidad de nuestros rostros regresaba a nuestras vidas
y el sueño ganaba la partida...