ANMAR

Me veneras… y te amo,

doblas tu mirada,

me veneras…

y  te amo,

en cada suspiro mío

que se eleva al infinito,

al instante que tus brazos

se apoderan de mi talle,

tus labios en los míos

y me embriago,

una y otra vez

con tu ansia embravecida

de tenerme.