Cabradeacero

TIC TAC

 

Acato responsabilidades,

Todo se consume, quiera o no.

Hasta este repentino poema,

Hasta una canción de Elvis,

Gritan en mi concierto:

¡Hey reloj!, detén el tiempo.

 

Quisiera verte pronto,

Tal vez ahí me sobre todo:

Las ganas, el dinero, la cordura.

Y La simpleza de tus gestos,

Atajarán las manecillas,

Esas, las del grandioso invento.

 

Propondré firmemente,

A los esclavos de la bolsa,

En el último día del año,

Deshacernos de sus horas,

¿Subirá de nuevo el dólar?

¡Que no importe!, ser tacaño.

 

 

El 31 de Diciembre,

Cumplirán con lo sellado,

Futbolistas  y Ministros,

Bomberos y Diputados,

Y puntual llegaré a  tu refugio,

Procurando ser amado.

 

 

Será una tarde maravillosa,

Jugaremos a ser perros,

Ni cadenas ni bozales,

Seremos buenos animales,

Horas ingenuas, sin remordimiento,

¿Y del reloj? nada se sabe.