Joel Linares Moreno

REENCUENTRO (del latín re-ligare: \"religión\")

Anoche una centella -o una turba- quemó la iglesia.

 

Hoy el pueblo amaneció distinto, sin campanas, sin ruegos,… sin penitencias.

 

Como no había hostias, la gente compartió el pan aliñado con el sudor y los cantos a la tierra,

como no había vino, se embriagaron con la alegría de reencontrarse en las calles gastadas por el tiempo y el olvido.

 

Una totuma de cucuy suplantó la pila de agua bendita,

 

la banda marcial tocaba un son pegajoso, de cadencia loca.

y las flores para la virgen bailaban en el cabello suelto de las mujeres.

 

Las espaldas enjutas se enderezaron sin el peso de los santos en procesión

y las sonrisas llenaron cada losa, cada banco y  hasta el busto que descansa en la anciana placita.

 

¡Creo que Dios escucho sus oraciones!