Atrévete... a acercarte más a mí
disponiendo tiempo, lugar y ocasión.
Atrévete... a hablarme con palabras, con hechos,
dar inicio al erotismo dulce y tierno.
Atrévete... a entregar tu cuerpo a mi merced
a recorrer mi cuerpo, escuchar más mi sentir
y mi corazón latir envuelto en suspiros de emoción.
Atrévete... a responder a mi pasión
dejando latir tu corazón, suspirando entrecortado,
ensanchando el pecho cual río embravecido
erectando tu cuerpo en reacción.
Atrévete... a brindarme ternura
envuelta en la lujuria y la pasión
sin ninguna condición.
Atrévete... a explorar lo profundo de mi ser
descubriendo mi esencia y ansiedad.
Atrévete... a desnudar tu corazón
a comerte el orgullo y la razón.
Atrévete... a ser humano, simple, sencillo,
con algo de temor a lo incierto del futuro.
Atrévete... a no querer tener siempre la razón
a equivocarte y aprender a evitar
estancarte en buscar la perfección...
Atrévete... a no condicionar en cuánto tiempo
y donde disfrutar de mi cuerpo y de mi piel.
Atrévete... a eliminar las barreras de ocasión
que evitan ser flexible y amar sin condición
gozar y gozar... con ilusión.
Atrévete... a beberte mi esencia,
mi piel y mi existencia.
Atrévete... a fundirte conmigo...
en el fuego de Eros
sin permitir de Venus el destierro.
Atrévete... a vivir aquí y ahora
sin mañana, sin rencor, sin ninguna condición
que opaque la canción con razón o sin razón.
Atrévete... a ser mi amante de ocasión:
a amarme con pasión,
a entregar tu corazón,
el destello de tu alma,
aunque no haya razón.
Atrévete... mi amor,
a ser mi terruño de pasión.
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