Faeton

Perfumes de Arabia

In memoriam

 

Se me rompió la voz en mil astillas
cuando intenté aspirar las sílabas de tu nombre.

 

El impulso del aire no fue suficiente
para deshacer el nudo de la afonía.

 

Agonía se llama la boa que estrangula mis ansias de vivir.

 

Eres la clavija que aprieta mi garganta
cuando se desangra en un quejido.

 

–Y para eso no hay lenitivo–

 

Y me dueles,
me dueles como una nota desafinada,
como una guitarra violada por unos dedos sin maña.

 

El silencio se vuelve más silencioso
cuando apago las luces y te pienso,
solo y a oscuras con mis recuerdos.

 

Mátame la cepa para que no se extienda este tumor por mis erráticas venas.

 

Sería un venático si no te quisiera.

 

Puedes intentar seducirme con todos los perfumes de Arabia,
o tentarme con la flor de Coleridge,
que tengo las manos ensangrentadas
y rechazo entrar en el Paraíso.

 

Porque no hay Cielo que yo desee si no estás tú en él.

 

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.