hay quien nace muerto
y quien muere vivo,
lo demás es un espejismo,
un sueño real,
incomprensible balbuceo
de un niño que llora,
pero da igual,
porque ese niño
no eres tu,
asique que se joda
y que pierda su tesoro,
que se borre la sonrisa de sus ojos,
sigues caminando
tu tienes tus problemas,
pero sabes lo que te digo?
que te jodan a ti también,
en este mundo
en el que nada importa
salvo tu mismo,
asique digo adios
para mi propio suicidio
y logro sonreir
mientras mis manos
lo escriben,
este disparo fugaz
de mi propia verdad,
yo mismo seré
mi propio verdugo
en la egecución egoista,
adios,
adios a mi yo,
ese que tantas veces escapó,
ahora será un nuevo ser
el que reinará
en el trono de sangre,
sí,
será un dios,
porque yo lo soy,
un dios,
uno más,
un dios que juega
sin importar lo que sientan
los demas