Mar (Bar Literario)

A esa parte de mí

Me encanta oirte llorar,

criatura,

me encanta oirte gritar,

preciosa.


 

Ver cómo te muerdes

los puños

en la cárcel

de nuestro pecho,

ver cómo te golpeas

la frente

y resbala tu sangre nocturna

por nuestras paredes...


 

Me encantaría romper

el espejo

cuando apareces...


 

Cuando apareces

con esos señores

poetas,

ese tal

Mario Benedetti,

o esa tal

Idea Vilariño;

y los lees

con los ojos

y los pies 

inquietos

como

si pudieras

revivirlos


 

o cuando apareces

exprimiendo

relojes amarillos

o construyendo

jaulas

enjauladas

en jaulas

o ahogando

hormigas

en el mar

o durmiendo

un elefante

sobre un lunar...


 

No voy a liberarte,

criatura,

no grites

o grita

no importa.


 

Tú y yo

no podemos ser amigas,

preciosa,

yo no puedo olvidarme

de la ciencia,

del mundo y la vida,

del progreso,

de las curas y las enfermedades,

del ser útil...


 

¡Vaya! Es una pena

que tú no quieras

nunca

formar

parte de nada...