Lobo Blanco

8

VIII***

Cristóbal Rozzo

 

 

Te ve un hombre bueno

Y te lleva en su seno:

Tú la engañas,

Y con tu sucio veneno,

La dañas.

Te cree todo, todo.

Hasta daría por ti la vida,

Y en tu maldad atrevida,

“la amas a tu modo”.

 

Ella brilla por ti

Con más luz cada día,

Con ciego amor así,

Como su ciega alegría,

Ella piensa que la quieres

Con mucha pasión,

Y con tus palabras la hieres;

Le pagas con traición.

 

Pone su corazón

En tu mano y te mira,

Esperando tu reacción,

(que en su mente delira),

Sería de emoción…

Y tú la quieres, ¡Mentira!

Es una ilusión,

Y es falsa la pasión,

Como es falso el amor

Que respira.

 

Siempre de ti pendiente.

Siempre a tu cuidado.

Siempre paciente,

Y siempre a tu lado.

 

Pero no la valoras,

y si te quisiera,

seguro no lo atesoras,

y si se fuera,

seguro no la añoras,

y si se muriera,

seguro no la lloras…

 

***

 

Ciertamente ya veo.

Ciego es el amor

y nadie controla su deseo.

Nadie teme su terror,

nadie sabe si es sincero;

lo que sienten es su fuerza,

y da igual cien, mil o cero,

en adelante o en reversa,

 

te atrapa igual,

y no lo puedes escapar,

y en su gloria divina e infernal,

solo puedes amar o amar.