Mora Diaz

De un día para otro

Comenzó todo tan maravilloso y rápido que en el fondo debería haberme dado cuenta de lo fugaz que sería. Solo deseaba que te enamoraras de mí para poder soltarme, y no pasó. Pero ya me había soltado.

 

Ahora siento una presión en el pecho que me ahoga, que me mata por momentos, y a la vez me hace ser feliz. Feliz por haber podido alguna vez besarte, abrazarte y por haberte cedido el latido de mi corazón, que, al fin y al cabo, estaba ausente.

 

Reflexiono sobre si es peor ser una mujer de hojalata que no siente nada, o sentir cada segundo que me falta el aire.

 

Y me ahoga el sentimiento de no saber que es de ti, ¿eres también infeliz por otra? ¿Eres feliz con otra? ¿Eres feliz gatito? ¿Lo eres?

 

Me imagino cuidándote, mirándote de reojo, rozándote por casualidad…quiero ser tu esclava, quiero que me mates si para ti soy transparente, quiero que me libres de esta agonía.

 

Y recuerdo quien eres y veo que tengo suerte de que no quieras estar conmigo, eres un alma libre que tarde o temprano me hubiera destrozado, pero ¿tan rápido? Me dejaste disfrutar de ti tan poco…

 

Tu abandono no fue premeditado porque ni siquiera te importo como para pensar en mí, seré una mas, una de las zorras que te rodean, pero en el fondo sabias que yo no era así, y como tal me trataste.

 

Hundida y sin refugio, ya no uso chat de ningún tipo, se acabaron para mi, pero también se acabó el sexo y el dejarme llevar. El amor ya no existe.

 

Y cada noche trato de olerte, de sentir tu tacto sobre mi piel, cada noche muero por recordar el aire que respiras, las canciones que escuchas…

 

Y mi único refugio son los porros y el alcohol, la fiesta que me está matando, las noches que me van dejando huella en la cara y en mis órganos vitales. Las noches eternas que no se van y nunca llegan.

 

Y veo tu rostro en la oscuridad de mi refugio…y te veo huir de mí como un zorro que va dejando un rostro de sangre.

 

 

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