Darío Ernesto

Tu mirada extasiada

 

 

Luz de mis ojos,

 perfume de mis mañanas

 ¿Quién amara tanto tus ojos y tu mirada?

¿Quien por las noches se inclinara rendido ante tu inmensa presencia?

¿Quien por las frías noches de los inviernos tocará tus manos para ver si están tibias?

 ¿Cuánto cuidado deparara el destino?

Le ruego al dichoso futuro te tome en sus manos,

 un buen amigo en los caminos

un buen amante en los aposentos.

Te verás al espejo, un ser tan bello

 por que así lo quiso dios y tus genes

¡Tanto amor hay en tu engendro !

¡Tanto perfume de los cuidados!

Algún día no estará este duende de las palabras,

de  poemas y nostalgias,

más quedará mi perfume,

en los naranjos en flor y los racimos de las uvas

que para ti, hube colectado,

 todo será igual,

 no extrañes los otoños y las primaveras

todas vuelven transformado el aire que respiras.

En el pensamiento divino y mágico,

allí atesorado , existe empírico, 

 legendario eterno.

¿Quien leerá estas mañanitas?

¿Quien traerá tus perfumes?

 Tan bellos aromas.

 Aunque haya partido

estaré siempre en tu sangre longevo,

en tus primaveras,

 en los brotes del árboles

 que para ustedes sembré.

En la música

en tu guitarra cuando la toques

cantaras las canciones

que emocionaron mi alma, cansada de días

más viva por la risa y llanto de  ustedes mis amados.

Dario Ernesto Muñoz Sosa