Rodama

Mi aposento y tú

Por: Rodama


El color reconfortante
con que se viste este techo,
nunca podrá compararse
con la fuerza extravagante
con que se mueve tu pecho.

Por eso, cuando al cruzar esta puerta
Hierve la sangre en mis venas
Plasmada de escalofríos,
Y al entrar al aposento,
Me dice mi pensamiento,
Que ambos a dos serán mios.

Rodama 1993