clonariel

AMOR, HEMOS CLAUSURADO EL OTOÑO

Amor, hemos clausurado el otoño

 

al sellar este prodigio divino

 

en que tú me adoras y yo te amo.

 

El agua vino a envolvernos

 

junto al fuego galopante,

 

trenza que el universo nos ofrendó

 

con la sangre de sus estrellas.

 

 

Mi amor, ¿qué vino de qué cáliz

 

derramaron en nuestra alcoba?

 

¿Qué ángeles del sexo

 

su lengua ensancharon

 

en la noche del silencio?

 

Voy por tu senda de algas sedientas

 

y caracoles apagados,

 

vienes tu por mi senda de tigres

 

acechantes y mares nebulosos.

 

 

Creciente rumor estrellado,

 

hace mis días una fuente de oro

 

y mis noches altar de mármol armonioso.

 

Ah… las lanzas de la primavera

 

atraviesan la selva del instante,

 

la beatitud nos arrima

 

a su orilla infinita,

 

siento un oleaje que nos conduce

 

al poniente sereno.

 

Juntos, amor, la carne de las nubes

 

con nosotros harán

 

lo que hacen con las aves crepusculares…

 

 

El sabor de un rojizo diamante

 

en tu boca ambicioso se posa,

 

tienes el cenit en tus labios,

 

y una rosa precisa es tu rostro.

 

Junto al fuego de mil hogueras

 

nos encontrarán los días apagados.

 

De las noches como catedrales,

 

haremos un siglo de amor eterno.