Me senté a tu lado en silencio,
te mire, sin mirar,
De pronto todos están callados,
creo que te puedo amar...
Tocas tu cabello lentamente,
la lapicera vas a tomar,
¿podrías bella princesa,
mi corazón destrozar?
Tengo miedo a tu presencia,
una diosa hecha mujer..
Una mirada que solo el cielo,
creo debe merecer...
Serán tus labios de veneno,
los que hoy me matarán..
Cuando respondas a mi pregunta,
que no me vas amar.
Volteas lentamente, creo que me hablaras..
-¿escuchaste lo que dijo?
-Emanuel Presta atención a la clase!
-Si profesor! *respondí..
Me has hablado, un momento,
mi sirena de altamar,
Me has tocado con tu aliento,
que aun logro respirar.
Mas gran alegría en esta clase,
jamás yo he de encontrar,
es por tu compañía que estudio..
y la dulzura de tu estar..
Aunque ya se acabe la clase,
y mi amor no pueda expresar,
espero el próximo martes,
a tu lado sentado estar....
El Poeta Herido (J.L.F.)