nadlek

Alfabeto

Múltiples alfabetos viven en mí. Sólo yo pude descifrar sus entrecruzados símbolos. Y cuando creo ser mi basto maestro descubro que en hojas distintas hay otros. Otros que me asechan.

Esta intriga litigante producto de mi ardua búsqueda  ojea en su repaso los profundos caracteres siniestros y la totalidad de sus códigos continuamente vuelven a mí. Me persiguen.

En la nada de lo blanco de mi negra memoria un diccionario confecciona lunfardos fugaces. Serán distintos pero ellos todos se dirigen a mí y en mí embullen. Catedráticamente los artículo. Pero forman ya parte de mis días.

No importa la evocación de la misericordia. Mi mente licuada rebusca el valor y en su egoísmo no permite divergencia alguna. Sólo concierne una y esa una sin pensar confluye en mí.

 Cada insignia cobra vida en los límites de cualquier distancia. Los continuos renglones me convencen y el otro lado me confirma la obsesión de mis muchas locuras. Soy yo lo sé, el único abecedario distinto.