CatBlack

De una musa a su poeta.

 

¿Y cómo te digo?

En cada letra me haces y deshaces a tu antojo.
Vivir entre tus escritos se me hizo costumbre. Qué pena. En verdad. Qué pena me da el sentir esta impotencia y no poder gritar.
Que fui tu musa y entre tus palabras me enamoré. Que ahora a escasas luces te logro ver. Que ya no sé si algún día te sentiré.
Ni siquiera creo que a tus versos merezca pertenecer.
No cabe duda de que los castillos más grandes, hasta por un leve viento, pueden perecer.
Para mi, seguirémos vivos. Aunque muera algúno de los dos. Tenemos la certeza de que ambos vivimos entre poemas escritos por el otro.
Estamos clavados en sueños grabados.
No le ganarémos al destino, pero sí a la muerte.
Y yo viviré eternamente a tu lado.