Nadie

LiberaciĆ³n

Que tu lágrima sea el mar
de alivio
que inunde el eco de mi voz
de olvido
voz
que cansina se anima pisar este piso rojo
taciturno
pues no halló la manera
de liberarla, libertarla, romperla
de mis mudas venas,
henchidas de viscerales plañidos,
mas que con estas puntas
de metales bruñidos
que sin ceremonias ni perdones
abren, penetran, destruyen, desgarran
las fibras verdes que amarran
el grito de éxtasis sofocado
cuyo permiso de tragedia
le ha sido censurado