Eric W. Benevski

Recelo a Las Marianas

Mas allá del crepúsculo vespertino

se esconde el albergue del tártaro,

donde se anida el desconsuelo.

 

El espejo del cielo,

los aposentos de mis temores,

la fobia que se esconde bajo un velo.

 

No pienso descender,

nadie me obligara,

encontraría solo naufragio.

 

Disparen directo a mis fauces

para luego mi tumba profanar,

no desembocaría en menor frenesí.

 

 

¿Quien sabe lo que da lugar el mar?

pese al frío y oscuridad,

al sentimiento de vaciedad.

 

Porque antes demencia que escalofríos.

Antes miseria que hipocresía.

Antes perdido que olvidado.