Hugh Hooligan

Memorias de un Esquizofrénico

NOTA: Esto no es un poema. Fragmento. Gracias por sus comentarios. 

 

Quizá sea el momento de regresar al consultorio. Quizá sea el momento de abandonar el auto psico-tratamiento y volver a los milagros de la ayuda psiquiátrica. No porque yo quiera regresar, sino porque creo que ya no dispongo de fuerzas suficientes como para seguir arreglando yo mismo el mecanismo atrofiado de mi mente.

Quisiera saber que esto sólo es pasajero, pero ya no puedo seguir creyendo en esa idea tan falsa. A través de los sucesos que han tenido lugar en mi vida he aprendido, o más bien, he asimilado que esto no está aquí turísticamente, sino que está para quedarse. Y más que quedarse, deseará apoderarse de lo que soy y de lo que seré. No porque yo quiera, sino porque asi lo disponen.

Me siento débil, me siento decepcionado de mi mismo al saber que mis esfuerzos han sido en vano. Ahora siento que probablemente me ha vencido, probablemente mañana, no seré yo quien vea el sol sino quien se enfocará en apagar su brillo.

He pensado que, dada la continuidad de los dolores, esto me ha consumido en silencio, inteligentemente me ha ido atrofiando, sigiloso, sin avisos ni precauciones, sin síntomas. No estoy muriendo físicamente, de hecho no moriré; lo que pasa es que todo lo que soy si lo hará, es decir, quien se extinguirá será mi ser.

Y es que si no me doy cuenta, ¿cómo podré evitarlo? He estado tratando de bloquear lo que me daña y alejarme de lo que me molesta. Estar cerca de lo que me trae felicidad y de lo que le consigue calma a mi subconsciente. Y a pesar de eso, ya no puedo estar tranquilo, sé que ya no soy seguro. Me ha abandonado mi fortaleza psicológica.

Mi mente está siendo arrasada, invadida, dañada. Sometida ante algo que dije que podría controlar el mayor tiempo posible, ese tiempo sería mi vida, lo suficiente. Pero no, hoy ya no. Hice que mi mente estuviera tan al pendiente de una sola cosa sin importancia, que se olvidó de protegerse a sí misma, se olvidó de salvar, se olvidó de mantener y ocultar. De bloquear y borrar, se ha olvidado de luchar y ganar.

Es complicado ver una hoja que podría traducirse a “Nueva aplicación. Cargando 42%”. Y cuatro meses después ver que ese aviso se transforma a “Nueva aplicación. Cargando 36%”. Sencillo, si sigue bajando o se mantiene, mi “PC” no sufrirá ningún cambio. Repito. Sencillo. Si se carga, me carga.

La auto-hipnosis, si asi se le puede llamar o más bien así le llamo yo, ya no ha resultado, de hecho, no la he intentado por el desgaste que uno sufre cuando se trata a sí mismo. Una parte de ti luchará contra el enemigo, mientras que otra tendrá que ocuparse de mantenerte consciente. Es difícil partirse en dos, nadie te ayuda, solo estás tú y tu problema, no hay más, no hay nadie más.

Mañana lo intentaré, a sabiendas de que si estoy débil, ambas partes se verán débiles. El enemigo se enfrentará solo a uno y a medias. La parte que salvará lo que soy durante el procedimiento, estará igual o peor, debo enfocarme en controlar lo que podría ser, para salvar quien soy aunque con el riesgo de perder lo que fui.

Esta será la séptima vez que lo hago. En condiciones adversas. En condiciones en las cuales no he estado y no desearía estar. Pero la situación lo demanda. Estaré completamente confundido. No sé si tenga esperanzas. No sé si pueda. No sé si logre salir de la oscuridad que albergará mi mente dentro de poco, seguramente, si no lo evito. Enterrar y mantener, al menos, la satisfacción de haberlo intentado.

BORRARLO TODO
DISTINGUIR
*¿qué es real?
*¿qué es recuerdo?

 

NOTA: Esto no es un poema. Fragmento. Gracias por sus comentarios.