Josue Daniel

En aquel momento donde mis ojos simplemente, se cerraban,

 

 

 

No se va al cielo el corazón del poeta ni de escritor

Más bien su corazón trae aquí un pedazo de eternidad.

 

En esos días donde mi ser se quemaba en mis brazos

Y en vómitos trasparentes salían de mi aquellos balazos

En estos días donde solo puedo pedir un momento más

En estos días, deseo cerrar mis ojos, para poder encausar

Aquellos ríos silenciosos llamados eternidad, realidad.

Una vez me siento mejor, abro mis ojos de nuevo

Y sin pensarlo, tengo un millar de colores más por ver, sin desvelos

También sin dormir, también sin pretextos…

Colores, en las miradas de quienes me encuentro en todos lados.