Izra Dafenyn

Arrullo Para La Muerte

Hermosa figura, tan triste, tan sola…

Observa por la ventana de la habitación 301 de un lúgubre hospital,

esperando el momento adecuado para realizar su tarea,

solo eso puede hacer,

sabe que miran hacía donde ella,

pero nadie puede verla.

 

Todo es cuestión de segundos,

solo ella sabe que ha llegado el momento,

acabando con la agonía de los que se nos adelantan,

y ocasionando el dolor de los que nos quedamos;

para ella esto es difícil y trata de no causar mucho daño,

colocando su esquelética mano sobre la frente del elegido hace que se vea una luz tan brillante como un rayo de sol,

poco a poco el alma abandona el cuerpo entrando a ese resplandor,

y lo único que ella alcanza a decirle es un simple “Adiós”.

 

Un llanto triste irrumpe en la escena,

pero no tan triste como el sentir de aquella figura,

abandonando aquel lugar sabe que pronto estará acompañada,

pero aun así seguirá sintiéndose sola.

 

Camina en busca del siguiente elegido deseando que esta sea su oportunidad,

ella no tiene lagrimas pero el ambiente frio que emana al llegar al sitio indicado,

nos hace notar que esta llorando,

con este es mucho más rápida,

poniéndose en medio de la autopista da un pequeño golpe en el suelo,

sin más otra alma ha arrancado.

 

Nunca tiene descanso,

no tiene un solo amigo,

todos sabemos que esta ahí,

pero ¿Quién se preocupa por ella?,

condenada a que todo lo que toque muera inmediatamente,

recordada más nunca extrañada,

esto sólo es... UN ARRULLO PARA LA MUERTE.