fugitivo de las letras

La Recompensa

El sol se esconde frente a la ribera

El manto celeste se atenúa a su rostro

Su  jovial resplandor ahora arde en  tinieblas

Pues  ya no se  encuentra el vigor en sus ojos

 

 El hombre esta  seco, el hombre esta herido

Sus blancos vestidos, son  ardor y delirio

El hombre esta tieso, no encuentra el camino

Lerdo deambula a su antiguo presidio

 

El tiempo violento le ha aturdido

Ahora camina despacio,

Ahora camina perdido

Su concicencia esta rota y su cuerpo dolido

 Y su corazon rebota hacia el olvido

 

El hombre esta triste, el hombre esta pálido

Ahora se abriga de tiempos escuálidos

Su memoria rehuye hacia sombrales  cálidos

Hacia la metamorfosis de un cuerpo ya inválido

 

La noche  ya aflige a su vieja morada

Buscando enfriar su piel ya ensereda

El hombre terrible  se ha vuelto a sus causas

Su sangre invencible se ha vuelto turbada

 

Era hombre de roble, era  hombre de mármol

En su esbelto cuerpo fructuaban  encantos

Ahora solo se encuajan  miserias y llantos

Su fuerza y pureza se ha laminado en espantos

 

Ahora el hombre esta libre, 

Ahora el hombre está salvo

Camina tranquilo en la eternidad de sus mantos

Ahora vive gozoso del fruto de sus labios

Pues ha ganado su parte dentro de lo mas alto