Olivera Dayana

Palidecen los colores

Palidecen los colores de su éxtasis en las nubes, y esa ficción extraña al final se derrumbó

El declive incoherente que aunque a veces te sube, despiertas odiando su tonta invención   

La comedia se ensancha si sollozas en octubre, y el otoño jamás te saludó

Te rompes las narices con la costumbre, repruebas aquello que no sucedió  

Un alienigena se infiltra en el espejo, tu lo destierras fuera de la habitación

Y resulta que su país esta en tu cuerpo, pero la adversidad le venció

Faltan esos versos del recuerdo, que no rimaban en ninguna canción  

Y el piano hace huelgade silencio, si el ritmo no corresponde al amor    

Impugnas con devoción a esa triste vergüenza, que dignamente se marchó

Transitas en el aire buscando esa clemencia, que a tu orgullo nunca le importó  

Y descubres que ya no hay cuentos de seda, probablemente el cable no se te encendió

Le vendiste tu turno a la simpleza, de esperar por una infiel predestinación      

No hay blasones en tu barco, solo velas cuyos tejidos se van quedando sin orientación

Es como estar fuera de horario, viajar a la China creyendo que bailas tu son

Y aunque en la nave nadie rompe un plato, todo se quiebra con lo que pasó

Porque no es fácil formar un tango, si nunca has tenido pasión