Peregrina

AUSENCIA

 

En retraído esparcimiento

contemplando el ocaso

y a las olas en su escarceo

suavemente acariciando

a su eternamente amada

su dorada y adorada playa.

 

En contamplación profunda

escardando su atribulada alma

se enfrenta a su propio escarnio

sin piedad ni complacencia

en su inconsciente ausencia

buscando pureza en su alma

expiando incontables faltas

deseando con ahinco restituir

sanando dolientes cicatrices

en el tiempo tan lejanas

la escición de mente y alma.

 

La luna ya refleja

su rostro a la distancia

llevando su mensaje

de amor a tantas almas

con esa luz plateada

que apacigua y encanta

iluminando el azulado mar

que nunca duerme, y cantan

al reventar sus perennes olas

la canción de la esperanza

mostrando en todo tiempo

sobre la espuma blanca

su inagotable perseverancia.