la negra rodriguez

LLUEVEN

Estoy  desde  la más alta nube

Mirando  hacia abajo

 la pequeñez de mis extravíos

Que llovieron sobre mis caminos.

Y,  a veces lluevo versos

a veces lluevo estrellas

  y hoy, lluevo lagrimas

 estrelladas en el pavimento

 o en la tierra que amalgamadas

 se hacen barro

 con olor a nostalgia de tierra mojada.

 lluevo y no paro de llover silencios

 que gotean sobre el alma,

 en un compás doliente,

 de verdades de ajenjo,

 de espinas,

 de vientos helados, 

 que como mil cuchillos afilados

 se clavan sobre mi piel, mis ojos y mis manos.

 Por eso lluevo miradas sangrantes,

 Por eso mis manos llueven versos tristes,

 Por eso mi piel agujerada

 destila gotas sensitivas

 de lluvia contaminada

 de silencios.