No es que me he vuelto sabia, nunca supe
Mas que vivir de ti, amor, de ti
De esa necesidad inapelable, de ti
De esa sombra de ti, del recuerdo de ti.
De ese saco vacío que soy sin ti.
No es que me he vuelto sabia, si de ambos,
Tal como nos conocimos, de ese modo,
Trastornado y febril
Que nos quisimos, nada quedara vivo.
No es que me he vuelto sabia si no busco
En el lugar azul en que me faltas
Tu esencia que llenara mis vacíos,
Tu caminar, tu risa, la indecente
Alegría exhibida siempre al verme
Y mi insolente caminar de prisa
En la esquina conspicua y subversiva
De una calle cualquiera por tenerte.
Nunca, sé, me harán sabia las ausencias,
Las cosas que me faltan,
Los helados rincones del mutismo,
El esqueleto hueco, inhabitado,
La sombra sin la luz y encarnadura´
La vastedad desierta de una cama.
No me harán sabia la mordaza impuesta
Ni el corredor desierto de silencios.
Ni el alma que se asoma, desmedida,
A la caverna frágil de cristal
donde duerme el recuerdo…
Por eso, amor, cultivo mi ignorancia
El parapeto donde protegerme
De la intemperie de las circunstancias
De no tenerte así,… tan de repente.!
Cristina Cammarano.
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