amdiosteza

Sombras en la habitaciĆ³n V

Después de tan poco tenerte
Queda tanto de ti,
Después de tus labios de crepúsculo color,
Queda todo desértico hastió,
Después de tus manos de brisa de noche,
Ay, mujer queda mi cuerpo incorpóreo,
De un dolor intranquilo de invisibles nostalgias,
De lágrimas sin llantos, de voces sin verbos,
Después de tu fragancia de lirio,
Solo queda un halito de muerte en mí.

Hoy dije en la tarde de tu mirada, te quiero,
No de esa manera, de querer inconstantes cosas,
Ni ese querer de estar enamorados,
Tampoco ese querer que se convierte en te amo,
Yo te quiero, de ese querer, que se dice sin palabras,
De ese querer, que se dice con la mirada,
De ese querer, que solo dicen las almas,
Te quiero de ese amor que solo
Comprenden las flores de tu corazón
Cuando estas callada.

De ese querer sencillo, cuando se da la vida.
Pero esta tarde dije que te quiero,
No con mi voz, que solo dice nostalgias,
Dije te quiero amada con los versos de mi alma.

Francisco De Tescia