Johny Mentero

Tras el balcón

Hoy me siento triste y estúpido.

Cogí una silla y la puse frente al balcón,

me senté, apagué la bombilla

y miré sutilmente la calle vacía

 

En mi silla de madera

era fantástico poder mirar afuera,

a la calle vacía con el viento cambiando,

de noche, de claro a nublado.

 

Oía los gritos de un ave que no me sonaba,

el crakeo de una cigüeña y sus campanas,

y algún ladrido entre las calles.

¡Y eso era tan relajante!

 

Pasó una muchacha pizpireta y sonriente.

Con ojos tristes y huidizos

 ,tras la cortina, casi cómplice,

me vio, y nuestras miradas se intercambiaron.