victolman

AGONÍA…

 

¡Pobre corazón!...

ya más, no aguanta

cargado de un  indescifrable lamento

vas soportando este cruel tormento,

y una terrible locura…

que silente se levanta.

 
Iracundo destroza a los sentimientos

aplastando a un amor encarcelado,

azote indomable de gélidos vientos,

oscuridad perpetua del  mismo hado.

 
Desquiciado vas recorriendo por leguas

en infiel maratónica incertidumbre,

un alma que yace en la podredumbre

haciendo caso omiso a las treguas.

 
Respirar tranquilidad ya no puede

estrujante asfixia en toda su alma,

a su tenue soledad todo le sucede,

vil anhelo disfrazado…

en una repudiada calma.

 
Esquivar a  las saetas de la muerte

se le ha hecho ¡Ya!... una costumbre,

destinado a seguir su precaria suerte

hasta los confines,

de una negra cumbre.

 
Cuan deleitosa reposa la desespera,

en los naufragios de su mente,

dar solución a su vida quisiera

orando a Dios que le sea clemente.

 
Un perdón… una salida…

una paz, aún no entendida…

un amor diferente…

 
(victolman)