Andra

El Amor…

El Amor…

 

Aquellos que caminan

los pequeños caminos de tierra,

esos seres que aguardan

en el umbral de la primavera,

que a diario recorren

buscando lo inexistente

idealizando el renacer

sobre lo que nunca han sentido.

 

Es tan pobre el alma

que no conoce el amor,

el amor germina, nace y florece

a diario se riega,

y con palabras dulces

se complementa la entrega.

 

Hay tantos que nunca ¡amaron!

que debieron caer en el camino

y aprender del vivido sentimiento,

llorar, desgarrar el alma

para aprender que el amor

no se basa en simplicidad.

 

El amor perdona,

cuando hay sinceridad y arrepentimiento,

cuando del fondo del alma

emana sublimemente un ¡Perdóname!

Me ¡equivoque!

es ahí cuando el amor sincero,

hace valer el derecho a perdonar,

cuando un ser humano es capaz de reconocer

los errores del camino.

 

El amor no es

¡Hoy si!, mañana ¡no!,

hoy ¡quiero!, mañana ¡no! quiero,

es una continuidad de botos

comulgados en ambas bocas.

Es un sentimiento vivo

que se aferra en las mañanas

y por las noches te arropa el alma.

 

Es sentirse uno,

¡tan solo uno!

un verbo conjugado

en pasado y en presente,

Es un ¡Si! Desde el  fondo del alma

sentirse plenamente acoplados.

Para siempre…

 

¡Eso es amor!….

¡Para siempre!

 

Acabar la vida con cabellos de plata

siempre unidos, tomados de la mano.

Amor, es oír las palabras enmudeciendo la boca,

siempre hay uno  que calla

y de otra forma hace valer el derecho,

convenciéndolo sutil y vehemente con amor,

La ¡cama!...

 

El amor, es pertenecerse mutuamente

ser uno solo; en cuerpos diferentes,

es respetar al amado en todos lados

sin posar una coqueta mirada

a un extraño.

¡Eso!

Simplemente ¡eso! para mi es amor…


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Alexandra Fuentes Neira.- Chile

7, Octubre 2012

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