amdiosteza

Sombras en la habitaciĆ³n III



Tu voz me toca, delicada,
Suave tan suave, como un pétalo
De rosa suspendido en el aire.

Me abrazas, tiernamente 
Con tus sentidos cadenciosos de tacto,
Me abrazas con la mirada,
Entonces soy feliz en tu sonrisa,
De maneras inciertas, de formas invisibles
Y todo eso, luego me abrazas…

Tus momentos callados.
Suspendida estas en la noche,
Como el rocío cuando duerme sobre la rosa;
Hasta el instante en el que cae.
Entonces caes de la noche sobre mis besos
Y me alimento de ti…

Ahora te palpo
Y flotan mis manos por tu piel
A senderos inexistentes.
Y quiero vagar soñando
Contigo hasta el amanecer.

Francisco De Tescia