No se cómo ni se cuándo
te comencé a decir así
no se cómo ni por qué
me encariñé tanto de ti.
Escritores, poetas, hay miles
y decidí contactarte a ti,
del que menos conocía,
del que menos había leído.
Te lo dije aquel día,
no se por qué te escribo
y ahora sólo pienso
¿por qué no te escribí antes?
Mi amigo de pocas palabras,
mi amante en sueños,
simplemente, mi Querido e.