El consuelo, la diafanía de aquella luz
espiritual.
Aquí ningún ser terrenal contempla la
pureza divina.
Pareciera ser un Ángel quien me guia
en los caminos.
Él sabe el juego de una vieja
confusión, oscuros pensamientos.
Su luz tan maravillosa, destellos
cubriendo la sombra de un árbol.
Asomándose como si percibiera lo
desprotegida que estaba ;
Asomándose tímidamente. Primero
llamando la atención.
Luego, al acercarme, sus destellos
disminuían.
Sorprendida me quede, después de
obtener seguridad.
Cada poema escrito y mensajes
grabados se manifiestan con el tiempo.
Todavía lo recuerdo. es algo imposible
de confundir, comparar, definir.
Una luz que transmite paz, armonía,
descanso;
Una luz que nadie la vió.
Precioso ser celeste vestido en túnica
de lino;
Perfume llevando al ensueño;
Ojos como estrellas incandescentes;
labios cristalinos y su voz como una
melodía;
La magia al tocar el violín, eleva sin
limites.
Caminante solitario, aquí en la tierra.
Pureza impregna cada lugar;
Observa cada movimiento;
Es el protector desde mi existencia;
Siempre estuvo y estará conmigo
librándome del caos humano;
Fortaleza impregna mi ser.
Su rostro nebuloso, difícil describirlo;
Ser tan puro y dócil;
Sus manos son el refugio del consuelo;
Sus alas, el gran escudo de lo no
espiritual.
Con Él no hay tristeza ni daño alguno.
Brinda confianza, amor, alegría.
Es un ser tan extraño para aquel
incomprensible.
Mas es la verdad que antes no podía
comprobar.
Pues, ahora su presencia ilumina mi
corazón.
Agradecerle a DIOS por lo hecho:
Los talentos y la doble protección que
me ha brindado;
Agradecerle, el permitir acercarme a lo
decidido.
Mi Ángel. Tienes razón. Existes.
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Daylin
(2009 ?)