Tony Obando

No verás

No verás abdicar el sentimiento

junto a la bruma plomiza

que el aliento y la mirada

melancólica ahoga e irrita

con cada una de las lágrimas

que manan furtivas del tiempo

lacerante de mis fuerzas.

No verás vociferar mi lengua

con los poemas no escritos

no por faltos de papel o de palabras,

o por la nimia blandura

del sonido sincero

que de mi esencia expresa

un alud de amar y amar.

No verás el caminar de mis pasos

entre el árido desierto nocturno

iluminado del esperar una estrella

y en el que sentí divagar

la presencia de tu ausencia

junto a mi lado como la sombra

que disuelve los sueños.

 No verás mis risas mis llantos,

mis triunfos mis fracasos,

las velas encendidas de recuerdos,

la esperanza jamás perdida,

la luz entrar por la ventana de mi cuarto

difuminada en día a través

de las sábanas y la mesita de noche.

No verás mis manos viejas,

mi pelo blanco o mi piel herida,

no verás más que aquél vacio

que  se apodera de tu alma,

y descubrirás que te amaba,

y descubrirás que me amabas,

no verás más que aquél vacio

que queda con la muerte

del que ahora ya se extraña.