DAMSYD

Muda Oración

Ella, incada frente al atrío de la iglesía

donde acude cuando siente fiera su tristeza,

pide a Dios por ese amor,

y le habla, a él le cuenta,

es el único que sabe

lo que eterno guardará el corazón.

- Señor, no soy nada,

ni siquiera tengo derecho de estar frente a tí,

tú sabes lo que llevo dentro,

certera sabes mi verdad,

y el gran dolor que guardo interno.

Pido que le des felicidad,

que le vuelvas alegría sus penas,

que le protejas y alejes todo mal.

No le deseo ninguna maldad,

quiero, desde el fondo de mi alma

toda su tranquilidad,

que le otorgues el amor que necesita,

y que le acompañes en todo lugar.

Siempre, siempre a él, Señor. -

En tanto pidió por sus otras preocupaciones,

cerró los ojos y elevó un Padre Nuestro,

un Ave María y de sus ojos el llanto brotó...