Sabas

Alud del infinito

Tú, que habéis nacido de la inmune tinta

De la sapiencia, de la ardua voz lejana,

TÚ, la de las manos de mi alma

de mis puños, de mi pluma.

Aún así distinta, tan real como los huesos.

Aún  así algebraica, métrica, a mis ojos en rima.

Tú querida gema, verso amado mío,

La de las cien lunas, la de millones de vida.

Dejasteis volar estelas a mis labios

Alterando el cielo inmenso de la aurora.

Tú, querida mía, 

La de las alas de fénix,

La de millones de vida.

Tus pupilas de Pegaso transparente

Y ese cuerpo de vela

Iluminando el negro oscuro de un ocaso.

Tú, y esas deslucidas palabras

De aquellas damas tan mundanas,

Tú, reflejo amado de mi alma

Perpetua condena mía,

Convertid, deidad absoluta

Esta tinta añil a vuestra sangre

Inmortalmente eterna.