Bukowski Benedetti

--CORAZON PRISIONERO--

Está noche estoy solo. Mi alma descansa en la esquina de un lavabo. Es sólo que a veces un poco de soledad austera viene bien. Me he entretenido viendo algunas manchas en la pared, algunas muestran el paso del tiempo. Otras se ven como rostros conocidos y olvidados. El paso del tiempo hace estragos sobre mí. Me encuentro en un lugar pequeño, sólo cuatro paredes. Un lugar pequeño, hace tiempo he superado mi temor a los encierros, ahora mi soledad es lejana y pasajera. Desearía un gato, alguien me dijo o leí en algún cuento, que los gatos son sabios. Conocen del tiempo y de un poco de eternidad. En este lugar no puedo tener gatos, ni perros, ni nada que se le parezca. En raras ocasiones, se permite ver a una que otra visita efímera. Yo prefiero las ausencias, hacen más fácil la vida en este lugar. Cuando se marchan e intentan salir de la vida de los demás, a todos los otros se les ve con los rostros ausentes y evocando otro lugar. Es extraño todo lo que se puede imaginar en estos sitios. He dicho algunas veces que todos los sueños juntos nos podrían libertar, nunca sucede. Aquí el tiempo no importa mucho o, en horas de receso, el tirarte a contar piedras es lo más sano. Parecemos enfermos mentales buscando escapar de nuestros propios temores. Y todos nos encontramos aquí por diversas causas. Somos tan variados como el universo, un pequeño cosmos de locuras y ausencias que no cesan. Algunos se encuentran por una larga extrañeza, otros más son reincidentes en el intento de amar. La mayoría somos entes distintos, alejados de la realidad. Alguna vez me preguntaron por qué vine...por lo mismo que todos los otros, amé de más...


Es la noche de mi soledad, debería aprovecharla en otros pensamientos. Aunque la verdad a veces sólo me queda espacio para esto. La mayor parte del tiempo, sólo te pienso. Y es ello una especie de tortura más despreciable que tu ausencia o tu presencia. Aún con todo ello, debo reconocer que los mejores momentos son en la compañía de tu recuerdo. Te miro de variadas formas y en todas ellas reinan tus miles de sonrisas. No lo sabías?? Tienes la habilidad de ganar unas almas con tu sonrisa. La mía te pertenecía desde antes, fue tuya desde el primer momento y la primera palabra. Debo confesar que aquí dentro, también evoco tu cuerpo. La delgadez de alguna parte tuya que guardo para mí y ese lunar coqueto que muestras sólo en momentos especiales. Recuerdo esa forma tuya de apropiarte de los espacios y hacerlos tuyos. Recuerdo las horas de juegos bajo una cama o encima de ella. Es para enloquecer...


Bueno, espero salir pronto, aún me quedan unos años. Quizá el momento de salir esta cerca, sólo espero encontrarte al final de la puerta. Cuídate.