Mujer Nagual

Luna llena, ave fénix

Comenzando por la mañana,

dispuesta a morir como en todas las jornadas.

Abro mi puerta, desesperanza, cansada de la rutina, del disfraz, del ir y venir de la monotonía

Me atrevo suplicante a ver el cielo, al que nunca jamás miran los ciegos

Y mira... es el gran cristal, completo...

Allí está, indiferente, despilfarrando belleza, lejos de la mediocridad, en su pequeño lapso de inmortalidad.